La edición de 2024, que se celebró del 15 al 18 de agosto en Carhaix, no fue solo un festival, sino una experiencia que encapsuló la esencia de la cultura metalera, la comunidad y los performances en vivo.

A continuación, una exploración detallada de lo que hizo que el Festival Motocultor de 2024 fuera un capítulo memorable en su histórica trayectoria. El llamado «hermano menor» del Hellfest, que es hoy en día en mi opinión el festival de Metal más importante de Europa y quizás el mundo, ahora ya no está tan chico, y se está convirtiendo rápidamente en una máquina con vida e historia propias.

El Escenario: Carhaix Transformado

Carhaix, generalmente conocida por su encantadora tranquilidad y su importancia histórica, se transforma una vez cada año en un refugio para los amantes de la música extrema. El sitio del festival, la Plaine de Kerampuilh, se convierte en una ciudad temporal dedicada a la celebración del metal en todas sus formas.

En 2024, el recinto del festival se extendió por varias decenas de hectáreas, adornado con escenarios, campamentos e instalaciones artísticas diversas, cada una más extraña y cautivadora que la anterior.

El diseño del lugar estaba pensado para facilitar una experiencia inmersiva, con zonas para relajarse, comida y artesanía local junto a las principales atracciones: los escenarios musicales.

La Alineación: Un Espectro Diverso de Metal

Motocultor 2024 presentó una mezcla ecléctica de bandas, mostrando la amplitud del género:

Opeth: Reconocidos por su metal progresivo con una compleja mezcla de elementos acústicos y death metal, el set de Opeth fue una clase magistral de evolución musical.

Igorrr: Conocidos por su vanguardista fusión de metal con música barroca, la actuación de Igorrr fue tan impredecible como emocionante.

Exodus: Las leyendas del thrash metal trajeron sus himnos de alta energía y cargados de Thrash crudo y exquisito, demostrando por qué siguen siendo relevantes décadas después del lanzamiento de «Bonded by blood»

Actuaciones destacadas:

Nova Twins: Este dinámico dúo inyectó una dosis fresca de energía con su sonido que rompe barreras, fusionando punk, rock y elementos de hip-hop.

KK’s Priest: El nuevo proyecto de K.K. Downing después de Judas Priest fue un viaje nostálgico para muchos fans, entregando el clásico sonido del heavy metal con nueva vitalidad.

Villagers of Ioannina City: Su metal folk psicodélico, acompañado de instrumentos tradicionales, añadió un toque exótico a la alineación del festival.

Jinjer: La banda ucraniana subió al escenario principal para ofrecer un espectáculo que dejó a los asistentes sin aliento. Con una mezcla única de metal progresivo, groove, djent y elementos de death metal, Jinjer demostró por qué se ha consolidado como una de las bandas más importantes en la escena metalera actual. Tatiana Shmayluk, la carismática vocalista, fue sin duda la gran estrella del show. Su impresionante rango vocal y su energía inagotable cautivaron a todos los presentes.

Nekrogoblikon: La banda estadounidense, conocida por su mezcla de death metal melódico, hardcore y humor extravagante, ofreció un espectáculo que dejó una huella imborrable en el público. Desde el momento en que subieron al escenario, Nekrogoblikon capturó la atención con su energía desbordante y presencia escénica única. El personaje de John Goblikon, un goblin que actúa como mascota y animador de la banda pero que además ahora es uno de los dos vocalistas principales, mostrando una gran calidad vocal, interactuó constantemente con la audiencia, añadiendo un toque divertido e inolvidable al show. Debemos prestar mucha más atención a esta banda cuya calidad musical es indudable y además reúne las características de una banda de rock legendaria, aunque aún poco conocida en el mundo.

Infected Rain: El show de Infected Rain en el Motocultor Fest 2024, el 16 de agosto en Carhaix, Francia, fue una tormenta de metal visceral. La banda moldava, liderada por Lena Scissorhands, desató un set intenso con temas como «Freaky Carnival» y «The Earth Mantra», fusionando nu-metal y metalcore con una energía cruda. Su entrega escénica, marcada por la voz gutural y melódica de Lena, hipnotizó a la audiencia, que respondió con slams y crowdsurfing masivo. La mezcla de brutalidad y atmósfera, junto a su carisma, hizo de este concierto un momento destacado del festival.

Motocultor no se trata solo de un asalto auditivo; es una experiencia que involucra todos los sentidos:

  • Las Instalaciones Artísticas: Desde las imponentes esculturas de metal hasta el arte temático que reflejaba la belleza caótica de la cultura metalera, el festival fue un festín visual.
  • La Multitud: Los asistentes al festival fueron un espectáculo en sí mismos, con disfraces que iban desde vestimentas tradicionales de metal hasta elaborados cosplays de leyendas del metal o criaturas fantásticas.
  • Comida y Bebida: La oferta culinaria fue una grata sorpresa, fusionando la comida tradicional bretona con opciones amigables para el festival. Las cervezas locales fluían libremente y uno podía encontrar desde crepes hasta guisos contundentes de diversos continentes, a menudo disfrutados bajo un techo de estrellas.

Escenarios y Sonido: Donde Sucede la Magia

El festival contó con varios escenarios:

  • Bruce Dickinscène: Nombrado en honor al icónico líder de Iron Maiden, este escenario acogió algunas de las actuaciones más grandes. El montaje fue de primera, con una calidad de sonido que hizo justicia a las actuaciones de las bandas.
  • Dave Mustage: Dedicado al líder de Megadeth, este escenario fue un centro para las bandas de speed metal, donde la energía siempre estaba a su punto máximo.
  • Massey Ferguscene: El escenario donde el groove, el trash y el hardcore desataron los más largos y brutales moshpits de todo el festival, bajo una atmósfera de puro rock.
  • Supositor Stage: Un homenaje al black y death metal, con una atmósfera que coincidía con la intensidad de su género, completa con estéticas oscuras y pirotecnia.

El Aspecto Social: Una Comunidad de Marginados

Motocultor, como muchos festivales de metal, fomenta un ambiente social único:

  • Los Mosh Pits: Aunque pueden ser intimidantes, los pits en Motocultor se trataban más de energía colectiva que de violencia. Había un respeto entre los asistentes, donde ayudar a alguien a levantarse después de caerse era tan común como el headbanging.
  • El Campamento: La vida en el campamento fue una experiencia por sí misma. Allí, los asistentes vivieron el estilo de vida metalero, compartiendo historias, música y, a veces, los desafíos de vivir en un festival, como lidiar con la lluvia o la resaca ocasional.
  • Talleres y Charlas: Más allá de la música, Motocultor ofreció talleres sobre todo, desde producción musical metalera hasta la historia de los subgéneros del metal, brindando contenido educativo que enriqueció la comprensión de los asistentes sobre la cultura en la que estaban inmersos.

Conciencia Ambiental e Integración Local

Este año, Motocultor dio pasos significativos hacia la sostenibilidad:

  • Iniciativas Ecológicas: Desde fomentar el uso del transporte público hasta instalar estaciones de reciclaje y promover el uso de tazas reutilizables, el festival se mostró comprometido con reducir su huella ambiental.
  • Involucramiento Local: El festival se ha convertido en una bendición económica para Carhaix, con negocios locales como las panaderías viendo un aumento en los clientes. Motocultor también colabora con artesanos locales para algunas de sus ofertas únicas, apoyando la economía local.

Desafíos y Críticas

Ningún festival está exento de sus desafíos:

  • Clima: El clima impredecible del verano en Bretaña puede cambiar de soleado a tormentoso en pocas horas, lo que efectivamente ocurrió durante este evento. Aunque esto añadió un toque rudo al festival, también puso a prueba la durabilidad tanto de los escenarios como del espíritu de los asistentes.
  • Preocupaciones de Capacidad: Con la popularidad llega el reto de gestionar las multitudes. Algunos sintieron que el crecimiento del festival podría estar estirando su infraestructura. Sin embargo, los organizadores manejaron esto con una eficiencia encomiable.
  • Interferencia de Sonido: Un problema recurrente en festivales con múltiples escenarios, donde el sonido de un escenario puede interferir con el de otro, se mitigó en cierta medida este año gracias a una cuidadosa ubicación y programación de las presentaciones.

El Legado y Futuro de Motocultor

Cuando los últimos riffs resonaron por las llanuras y el sol salió en el último día, Motocultor 2024 dejó una huella indeleble en todos los que asistieron. No se trata solo de la música, sino de la comunidad, la cultura y la conexión que ocurre cuando miles se reúnen por una pasión compartida.

El legado del festival en 2024 fue uno de expansión, no solo en tamaño sino en su impacto cultural:

  • Intercambio Cultural: Con asistentes de todo el mundo, Motocultor fue un crisol de subculturas metaleras, permitiendo un rico intercambio de ideas, música y amistad.
  • Innovación en la Alineación: Al equilibrar gigantes establecidos y artistas emergentes, Motocultor sigue siendo un semillero de nuevos talentos mientras honra a los veteranos del género.
  • Servicio a la Comunidad: Los esfuerzos del festival en el alcance comunitario, desde las iniciativas de limpieza posterior al evento hasta el contenido educativo durante, destacan su compromiso con algo más que solo entretenimiento.

Mirando hacia el futuro, Motocultor se erige como un pilar en la comunidad metalera, evolucionando continuamente pero enraizado en sus valores fundamentales. La edición de 2025 promete continuar esta tradición.

La Sinfonía Infinita del Metal

Motocultor 2024 fue más que un festival; fue un testamento al espíritu perdurable del metal. Es donde las historias se cuentan no con palabras, sino con riffs, donde las amistades se forjan en el fuego de un mosh pit y donde el amor por la música trasciende el idioma, la cultura y las fronteras. Mientras los asistentes recogen sus tiendas y las últimas luces se apagan, el legado de Motocultor 2024 resonará en el resto de Europa, invitando a todos a regresar a las llanuras de Kerampuilh para otra ronda de headbanging, armonía e historia del heavy metal en 2025.